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Indagando desde lo cotidiano / Diccionario personal

Las palabras por si mismas no son nada, están huecas hasta que se incorporan a la propia experiencia vital. Son percepciones personalizadas de los hechos y los sueños. Las elegimos y nos eligen, a veces acercan pero también separan.

Hay palabras que no suelen gustar y a mi me inspiran libertad para pensar más allá de lo establecido, pero también es cierto que he tenido que aprender a detectar esas diferencias. Entre las que me gustan: No, crítica, discusión, debate… Y, por supuesto, las conjunciones adversativas, con su permanente provocación a explorar.

Con el tiempo nos vamos construyendo un diccionario personal que nos define y en el que nos definimos.

Palabras que deberían existir

Agendar: fijar reuniones, encuentros o tareas, es un verbo bien formado en español que ya recogen algunos diccionarios, por lo que su uso puede considerarse adecuado.

Concluestión: conclusiones que no lo son, que así, a cierta distancia, y también de cerca, parecen más bien cuestiones.

Disueñar: Sueña y diseña. Diseñar los sueños, y aún mejor si se pueden agendar.

Extimar: Sacar fuera lo que antes quedaba dentro. Un verbo que debería existir.

Lidertarias/os: liderazgo de futuro. El resultado tras “implantar” la autogestión y que suele requerir jefes/as que no quieran “jefear”.

PasHitos: fragmentar y mirar eso que planteamos como muy grande de una forma más ligera y real.

trabacaciones y/o travacaciones: “El matiz de la “b” o la “v” tiene que ver con el equilibrio trabajo/vacación”.

ese lugar de trabajo donde de vez en cuando puedes dejar pasar el tiempo, mirar con detalle algo intrascendente, poner la mente en blanco y caminar despacio

Tragozar: unión de trabajar y gozar, una medida más humana de otras maneras de vivir y trabajar.

UrbaNalización: Urbanización banal que consiste en replicar y clonar ciudades con diferencias importantes de población, territorio, historia y cultura. La consecuencia es la proliferación de paisajes insípidos y estandarizados.

Voluntariar: Un verbo que no existe en las lenguar románicas pero sí en las germánicas, al menos en inglés. Su significado expresa la acción de llevar a cabo actividades voluntarias filantrópicas.

startupiza que tine un cierto parecido fonético con “estupidiza”. Y quizá no sólo fonético…

Datificable: Nos estamos convirtiendo en datos: toda nuestra vida se está traduciendo a comportamientos datificables que son leídos por algoritmos para vendernos algo de manera más eficiente (Ed Finn, 2017. What algorithms want: imagination in the age of computing).

Mixidad: El neologismo mixidad viene a paso firme, desde Francia (mixité), abriéndose camino para promover una idea que supera a la equidad de género, porque reivindica la presencia de mujeres y hombres, hombres y mujeres en todas las actividades y a todos los niveles del poder y la decisión.

Caórdico/a: Viene del inglés “Chaordic” que es el resultado de la fusión “chaos + order”. Se refiere al comportamiento de cualquier organismo, organización o sistema autoorganizado y autogobernado que de forma armoniosa mezcla características de caos y de orden.


Palabras imposibles


Discreción

  1. Sensatez y tacto para hablar u obrar
  2. Reserva, prudencia
  3. a discreción: Sin limitación, según cada cual quiera o decida

¿La misma palabra sirve para ponernos límites y para eliminarlos?

Reversión

  1. Vuelta de una cosa al estado o condición anterior
  2. Vuelta de una propiedad a su antiguo dueño o paso a otro nuevo.

Como mínimo, ha pasado el tiempo. Nada vuelve a su estado anterior.

Palabras futuras

“Mamá, las palabras existen todas, otra cosa es que salgan en el diccionario”

Almáciga

En cada página, una letra, por cada letra, una palabra de lo que queda de un mundo y un habitar que desaparece. Entrelazamos una charla del lingüista Miguel Sánchez Ibáñez con su madre, Begoña Ibáñez, y una entrevista sobre el reciente libro de Miguel, La (neo)lógica de las lenguas. Cada uno, a su manera, recogen y aman las palabras y las lenguas, los acentos y los nombres. Con ellos aprendemos que todas las palabras existen y viven, y descubrimos que los neologismos son una forma de cuestionar y desafiar lo establecido, la centralidad y los privilegios.

Palabras que no quiero olvidar. Ese es el título, escrito a mano, del cuaderno de Begoña Ibáñez, nacida en Lebanza, en 1960. Este pueblo de Palencia fue, hasta el XIX, una tierra donde se trabajaba el lino. Como testigo de aquellos tiempos, queda el prado de La Pisa y la huerta de El Molino, donde se encontraban los batanes. Dos arroyos, y los huecos donde estuvieron sendos molinos, los abrazan. Uno de ellos fue expropiado en parte para construir la carretera del pueblo, un nuevo trayecto que rompía los antiguos senderos; y la disposición natural del lugar. Con 12 años, Begoña sale del pueblo, cuando cierran la escuela. Por ser hija de minero, pudo estudiar en un pueblo de Guipúzcoa, aunque siempre tuvo claro que ella quería volver a su tierra. Y desde ella nos regala algunas historias, costumbres y palabras de Lebanza y su familia.

“Tan importante es conservar las palabras como preservar la naturaleza que nombran”

Percepciones



Buscando “una” solución

Desechamos muchas ideas

¡Un desperdicio!

¿Y si las compartimos?

El NO es una caja de herramientas llena de soluciones valiosas

No = Abundancia = Repensar las ideas



diccionario_personal.txt · Última modificación: 2024/02/22 19:59 por iagoglez